domingo, 13 de noviembre de 2016

Discapacidad visual

¿Qué es el Discapacidad Visual?
El término discapacidad visual es considerado genérico ya que agrupa a todos los tipos de problemas y dificultades visuales, pero legalmente se incluye dentro de él la ceguera y la deficiencia visual, siempre y cuando la visión de ambos ojos cumpla alguna de estas dos condiciones:
  • La agudeza visual es inferior o igual a 0,1 dentro de la escala de Wecker.
  • El campo visual, es decir la amplitud que tiene para ver, es menor o igual a 10 grados.
La manera de actuar con cada uno de los dos tipos de discapacidad visual, como es la ceguera y la deficiencia visual, requieren métodos y técnicas diferentes de intervención, ya que no es lo mismo ver algo, aunque sea en muy malas condiciones, que no ver absolutamente nada.



El déficit visual y sus tipos
Este alumnado va a tener algún resto visual, y son la mayoría de las personas con problemas de visión. Existen distintos 2 principales tipos de déficits visuales, siendo estos los que a continuación explicamos:

  • Pérdida de agudeza: No existe capacidad para identificar los detalles de lo que se percibe.
  • Pérdida de campo: Estos niños y niñas van a ver la amplitud de su campo visual reducida, pudiendo ser por pérdida de visión central o por pérdida de visión periférica.
    • Pérdida de la visión central: El niño/a tiene problemas en la parte central de todo aquello que percibe a través de sus ojos.

    • Pérdida de la visión periférica: El niño/a solo va a poder recibir información visual de la parte central de todo su campo visual.

Indicios o sospechas principales de la existencia de déficit visual y ceguera total
Los niños o niñas pueden tener problemas de visión de manera congénita, (desde el nacimiento) o adquirida (por un problema posterior), no obstante las características que se presentan en la Discapacidad Visual y nos dan un indicio de una posible discapacidad visual son, entre otras, las siguientes:
  • Ojos inflamados, llorosos, nublados o enrojecidos.
  • Estrabismo y ojos que no parecen estar alineados y funcionar juntos al mismo tiempo.
  • Movimientos de los ojos rápidos e involuntarios.
  • Frotar, parpadear o cerrar los ojos con fuerza de forma continua.
  • Molestias ante la luz fuerte.
  • Poner la cabeza en una posición extraña o sostener el libro con una inusual inclinación/distancia.
  • dolores frecuentes de cabeza o mareos.
  • Torpeza, choques contra los muebles, etc.
  • Escaso equilibrio.
  • Respuestas inadecuadas a las preguntas, órdenes o gestos a excepción de que se le llame por su nombre.
  • Falta de orden y limpieza en el cuaderno y confusión con las palabras y las letras que tienen una grafía similar.

Características a tener en cuenta en el desarrollo del niño/a
  • Desarrollo similar a los niños/as videntes a su edad siempre que hayan tenido una estimulación temprana eficiente.
  • Niños/as más tranquilos debido a la falta de suficiente estimulación visual.
  • Los niños/as que tienen algún grado de visión requieren de manera necesaria optimizarlo al máximo.
  • Construyen la realidad del medio en el que se encuentran de forma diferente según sus experiencias.
  • Retraso en la movilidad en el caso de no ser animado para explorar el entorno que le rodea.
  • La noción de permanencia del objeto en el espacio la adquieren más tarde que los niños/as videntes debido a que tienen que adquirirlo a través de la percepción táctil y auditiva.
¿Cómo actuar en el aula si tenemos un alumno/a con esta situación de discapacidad visual?
  • Utilizar con el niño/a códigos alternativos que les permitan acceder a la información al igual que el resto de sus compañeros/as.
  • Dificultades para acceder a códigos gráficos.
  • Fomentar y favorecer los restos visuales, si los hay, a través de la exploración de diferentes objetos.
  • Ofrecerle el tiempo que sea necesario para que realice las distintas tareas.
  • Utilizar y mostrar al alumno/a materiales táctiles para que puedan analizarlo.
  • Estimular el resto de los sentidos así como sus habilidades motoras.
  • En el caso del alumnado con restos visuales, debemos ubicar al niño/a en las primeras filas de tal forma que pueda acceder a la información sin dificultad.
  • En el caso del alumnado con ceguera total será necesario utilizar algún método alternativo como puede ser Braille o el ordenador con software.
  • Si el niño/ tiene gafas, animarlo a que las utilice y las cuide.
  • Conseguir toda la información posible del profesor especialista en problemas de visión.
  • Dar instrucciones y descripciones claras.
  • Llamar al niño/a por su nombre para captar su atención.
  • Utilizar materiales especializados que favorezcan la independencia del niño/a.
  • Dejar espacio al niño/a, por ejemplo, dejar sus casilleros al final de la fila y no tenerlos compartidos.
  • Proponer actividades cortas ya que el niño/a se suele cansar con más facilidad.
  • Mantener una iluminación adecuada a las necesidades del niño/a ya que podemos tener niños/as sensibles a la luz o con necesidad de una zona más iluminada, y evitar los reflejos.
  • No colocarse a contraluz porque el niño/a no podrá percibirnos con claridad.
  • Dar un tiempo extra para la realización de las actividades.
  • Ubicar al alumno/a en la zona delantera de clase y de aquellas zonas en las que estemos explicando y/o trabajando.
  • Refuerzo con contorno los dibujos.
  • Verbalización de la información de la pizarra.
  • Utilización del sistema Braille.


Algunos materiales que podemos utilizar con los niños y niñas

Los materiales que podemos utilizar con los niños/as son principalmente: 
  • El alfabeto Braille
  • Lupas
  • Flexos
  • Atriles para poder acercar el cuaderno de trabajo
  • Maquetas para reconocer el entorno
  • Cuentos adaptados que tengan relieve y texturas
  • Ábacos para trabajar el área de matemáticas
  • La calculadora parlante.

A continuación os dejamos el alfabeto Braille.

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